mientras caminaba por la calle,
se acerca una señora y me pide por una dirección.
Yo tenia que ir hacia el mismo lugar
y hemos aprovechado para hablar un poco.
Me comenta que sólo hace un dia que está en la ciudad
que viene de Colombia,
Hablamos un poquito más...
y yo ya me quedo en el supermercado
indicándole por dónde tenia que continuar.
Al despedirse me dice:
"que Dios la bendiga..."
y yo casi inconscientemente "...y a usted también".
Qué bueno!
una sorpresa...ser bendecida sin esperarlo.
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