Desayunaba en la sala de estar
cuando mirando a través de las cortinas
veo a un gorrión
tranquilamente aposentado
en la barandilla de mi balcón.
Sigo mirándolo
realmente está a menos de un metro
pero él no me puede ver
está muy relajado.
En estos momentos
me acuerdo
de una cosa que me comentó mi madre:
ella en su antigua casa
siempre ponía migas de pan
en un pequeño plato
para observar a los gorriones de cerca.
1 comentario:
Osea, que la idea de poner "miguitas en la ventana", te la dió tu madre ¿no?
pues bendita y hermosa idea:)
"Dichosa la rama que al tronco sale" Dice la mía (mi maddre) jeje
Saludos
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